Comienzo de la Edad Media

La Edad Media comenzó en la Península con la creación del reino visigodo, que fue invadido posteriormente por los musulmanes.

Hacia el año 400, el imperio romano llevaba varios años soportando los ataques de los pueblos germanos, procedentes del norte de Europa. Entre ellos, estaban los visigodos que llegaron a Hispania y fundaron un reino con capital en Toledo. No obstante, los visigodos eran muy pocos frente a la población hispanorromana, por eso, aceptaron sus leyes, su lengua y su religión.

En el 711, un ejército musulmán llegó desde África e invadió el reino visigodo, conquistando en pocos años, toda la península y las islas Baleares. Los musulmanes llamaron a este territorio al-Ándalus y establecieron su capital en Córdoba. Primero al-Ándalus fue un emirato dependiente del califa de Damasco, más tarde, el emir Abderramán III adoptó el título de califa e inauguró el califato de Córdoba que se prolongó hasta el año 1031. Durante este periodo, al-Ándalus llevó a cabo grandes conquistas militares, convirtiéndose Córdoba en una de las ciudades más populosas e importantes de la época. Acogía brillantes médicos, poetas, astrónomos, filósofos y músicos.

Los cristianos del norte ofrecieron una fuerte resistencia a los conquistadores musulmanes. Se organizaron en condados y reinos.

En la zona cantábrica, los cristianos aceptaron como jefe a un noble visigodo llamado Pelayo y fundaron el reino de Asturias en el año 722. Más tarde, en el 910, trasladaron la capital a León y el reino pasó a llamarse Reino de León. La parte más oriental se independizó creando el condado de Castilla, que se convirtió más tarde en el reino de Castilla.

En los Pirineos, se crearon el reino de Navarra, los condados catalanes y el reino de Aragón.

Durante casi ocho siglos, los reinos cristianos lucharon contra al-Ándalus, pero, también mantuvieron relaciones comerciales con ellos, viajaron por su territorio, conocieron sus costumbres...